Te invito a que gocemos de la música e, incluso, por qué no, si se tercia, a que cantemos junt@s disfrutando y sanando con ello.
No sólo soy maestra desde niña y sanadora, sino también "artista": escritora, poeta, ensayista; compositora, letrista...
La primera letra para una canción a guitarra que yo recuerde la hice cuando iba a tercero de E.G.B.
Ya ha pasado algo de tiempo...
Lo de cantautora más propiamente dicho -ja,ja!!- vino a mi rescate casi con el nacimiento del nuevo milenio cuando cambié el cigarro por la guitarra a la que echaba muchísimo de menos y de la que sólo sabía tocar una canción, sencilla, con un ritmo y un par notas.
En la actualidad sé alguna cosita más, ja, ja!!, aunque sigue siendo "mi gran asignatura pendiente". Por algo más me refiero a otro par de ritmos y algunas que otras notas solamente pero... tengo casi doscientas canciones compuestas y para mí son la gloria eterna. Ellas me demuestran y me enseñan que tan importante es la música como la letra. Los silencios. La conciencia.
La vida me convirtió en "maestra armonicista" lo que, junto con mi función de guía espiritual, maestra de sanación a todos los niveles y terapeuta, hace que conviva con otros tipos de sanadores sonidos tales como los provenientes de los mantras, de mis amados cuencos de cristal de cuarzo, de los cantos de armónicos, etc.
Para profundizar más en ello, recomendaros sesiones, clases o/y cursos conmigo y alguna que otra visita a otro de mis blogs -también en construcción- llamado "Cantos Sagrados de Sanación", al que puedes entran directamente ticando en este enlace:http://sagradoscantosqsanan.blogspot.com.es/
Pero aquí, en el maravilloso espacio de este blog, no sólo quiero hablar de mí y de mi música... también quiero compartir con vosotr@s referentes que me gustan, que me mueven, que me enseñan, me inspiran, me alegran, me sanan... tanto en cuerpo como en alma; seres que se lo curran. Preciosas amistades. Sones. Silencios. Palabras. Diversión. Buenos ritmos. Esperanza.
Encuéntrame en: ananda.anagarcia@gmail.com o en elcaminodelacorrientedelagua@gmail.com
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"Sólo con los sonidos se solucionan la mayor parte de los conflictos".
Dicho en la 2ª parte del documental "Las profundidades marinas." (2.006)
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Llegará el día en el que el mundo cantará la canción del espíritu en lugar de los tonos llorosos que parecen ocultar la voz de la verdad.
"Tu realidad inmortal".
Gary R. Renard.
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¡¡Ah!! Se me olvidaba: Ofrecerte mis servicios profesionales como cantautora, compositora, poeta, escritora, letrista, profesora, guía espiritual y maestra de sanación a todos los niveles.
Si quieres hacer un regalo único, maravilloso e inolvidable a alguien ponte en contacto conmigo sin dudarlo -eso sí, por favor, con algo de tiempo-.
Puedo crear para ese ser querido la canción perfecta, la frase deseada, la palabra precisa, el poema que haga que se derrita, la carta jamás soñada, el relato que le ensoñará, la dedicatoria más sensible o la nota de agradecimiento más sincera y humilde...
Regala diferencia y calidad. Conmigo, tales cosas están más que aseguradas.
También estoy disponible para aquellas productoras de audio y/o audio-visuales para cuando necesiten arreglos y/o letras buenas, originales y... ¡que digan algo! para sus músicos, bandas, cantantes, proyectos... Sólo tienen que contactarme.
Podéis encontrarme en: ananda.anagarcia@gmail.com
Os atenderé encantada.
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Cuesta reconocer la propia voz,al escucharla reproducida con mecánica fidelidad por ciertos aparatos, ya corrientes. Es que oímos, normalmente, nuestra voz tal como nos suena por dentro, y el aparato nos la da tal cual la oyen los otros -sin las resonancias internas, criterios seguros de recognoscibilidad.
Aquí va, y dejo que salga al mundo!!
(De "Antropología filosófica contemporánea". De Juan Davía García Bacca).
Una grabación de "urgencia", hecha con un móvil en casa, sin haberla tan siquiera preparado ni nunca tocado, que regalo al mundo para que, al escucharla, se salga del miedo y se entre en algo mucho mejor, que es el Amor. Disculpen la calidad del sonido y de la voz, pues llevaba más de 7 días en silencio debido al "obligado confinamiento" en el cual vivimos inmersos en la actualidad por algo que nunca debería haber pasado. Gracias por adelantado a quienes oigan esta "cancioncilla" mía. Espero que les guste. Al menos, con cariño fue "parida".
Y, puesto que en la actualidad no tengo balcón pues vivo como buenamente puedo en un pequeño "hueco "interior", hoy quería hablaros del amigo de un buen amigo: Amador,
con su permiso.
Amador Goñi, últimamente violinista no en el tejado, sino desde un balcón, su balcón. Solidario.
Las palabras a veces sobran ante tamañas experiencias, que nos engrandecen como seres humanos y nos quitan la sombra, la sombra que nos ha estado impidiendo tratarnos los unos a los otros con verdadero respeto durante tantos y tantos milenios.
Y una vez más, el buen humor, el arte y la música salen a nuestro rescate.
La música, la cual siempre he creído que muchas de las veces, al escribirla, debería ir precedida de una enorme señora mayúscula.
Y como también a veces hablo en clave, porque ya ni cansarme quiero,
como dice el refranero,
a buen entendedor... ustedes ya saben.
(Y el que no sepa "sin recreo", para aquellos que a la E. G. B llegamos a tiempo).
Que aquí quiero encomiar la generosidad y el esfuerzo de artistas y músicos algo más"anónimos" o no tan conocidos por "el gran público" como este amigo madrileño, no por ello menos importantes que aquellos que venden miles de discos que, al fin y al cabo también hoy, igualmente se baten "contra el virus" -como lo llaman- en similares escenarios: balcones. Balcones de mi querida España, a la que tanto amo. Balcones. Balcones...
Solidarios.
Os dejo una muestra para empezar a escucharlo l@s que queráis.
Ojalá cada día seamos muchos más los que creemos armonía en esta vida y podamos vivirla sin desentonar y dejándonos de perjudicar, tanto a nosotros, nosotras mism@s como a los demás.
En Paz.
Como afortunadamente, pese o gracias a todo, estoy aquí esta madrugada, escuchando gustosa estas piezas -como regalos- de música clásica "dentro"... de casa,
a la par que el sonido del viento a través de mis ventanas.
Pocas, pero que muy pocas, son las veces en las que suelo expresar mi tristeza a los demás y que quede claro que digo expresar, nunca transmitir ni compartir ni cargar... Es lo que es ser humana y consciente de verdad: Vivir en la Bondad -y no tan sólo para con una misma, sino también para con los demás, aunque parece ser que esta es la lección que toca aprender en la actualidad en esta sociedad-"sistema"-mundial, con el confinamiento obligatorio que estamos viviendo en el hoy por hoy sin ir más lejos. A ver si la gente no se olvida cuando salgamos de ello...-
Volviendo al hilo conductor que aquí me ocupa, pretendiendo en mi humildad hacer una especie de homenaje con sentido, a una persona que tuve la buena fortuna de conocer hace algunos años y que me acompañó en un trecho del camino volviendo, de alguna manera, hoy conmigo, pareciendo así hacer honor a su nombre: Ángel. (Aunque en la Tierra escogiera llamarse "Anje" para los amigos).
Hablaba de "tristeza", que no suelo enseñar a los demás y que, de hecho, por aquí nunca la había mostrado anteriormente. Quizá hoy sea un buen momento para ello, un primer día...
Hablaba de Ángel pero aún no he mencionado lo buena persona que era. ¡Y lo buen Artista!
Era!! Hasta hace escasamente unas horas no he sabido que había fallecido hace un par de años. Y he llorado. Francamente no me asusta confesarlo. He llorado. ¡Cómo me hubiera gustado retomar el contacto! Ayer iba a hacerlo. Todo empezó hace unos años... en los que apagué el WhatsApp de mi teléfono y dejé de escribirme con gente a la que nada veo pues poco salgo. Luego se rompió el correo, con todas las direcciones y contactos. Y decidí seguir adelante "sola", mirando al Cielo, con la cabeza más alta, dando gracias por los días, sonriendo y también, algunas veces, llorando en silencio, algunas horas.
Y hoy, por esas vueltas que da la vida -porque prefiero llamarlo así que "casualidades del destino"- me dió por rescatar, en el océano de tiempo libre que resulta de tener que quedarse en casa para -ya no no contagiarme, sino para que otros tampoco lo hagan, y eso que yo estoy sana...-, haciendo un ejercicio de humanidad -más que de "ciudadanía"- responsable y solidaria, me ha dado por buscar antiguos amigos entre los emails anotados en correos ya perdidos que estaba rescatando como te digo. Y ahí lo he visto. Llevaba toda la tarde pensando en música, en canciones y... en estrellas, para variar -lo sabe quien un "poco" me conoce- y claro, me ha venido a la memoria. Y el cariño. Y lo honesto de su andar por la vida. Y su bondad. Y su ayuda y... me he puesto a escribirle a esa dirección de correo electrónico rescatada. También lo he hecho con otro par de personas más pero... no sé por qué... sin prisa, sin ningún tipo de estrés ni motivo oscuro ni no oscuro ni oculto ni nada, he sentido que quería saber de él... como de forma más inmediata y me he puesto a buscar en internet... cosa a la que, aunque pudiera parecer mentira, no estoy muy habituada y...
ahí estaba. Una noticia en un diario con fecha de febrero del 2018 que rezaba: "El músico y compositor Anje Sánchez falleció este jueves en Las Palmas de Gran Canaria a los 58 años". Y lo he sentido, de veras. Lo he sentido. Con el mail que le había enviado pretendía, como normalmente hago, hacerle sentir querido en el sentido amistoso de la palabra y haberle alegrado con la propuesta de retomar el contacto. Por la música. Las canciones. Y las estrellas. Que nos unieron en vida. En fin... Un alma bella. Un alma buena.
No somos nada... ¡No somos nada ni nadie sobre la Tierra! Pero él sí fue y es... Anje... un verdadero cantautor y poeta. Un bello hombre y un buen padre para sus pequeñas. Y yo, que sólo soy una diminuta partícula estelar en la Amada Naturaleza, hoy le rezo y le despido, rindiéndole en alguno de mis blogs -en este de "la música" y en el de "la Tierra- este pequeño homenaje a mi manera. Espero que le guste y que le sane la tristeza, si la hubiera.
(He dejado en la columna de la derecha de este blog el enlace a su web que también he rescatado de ese baúl de las cosas olvidadas que no deberían olvidarse para que a ver si yo misma también aprendo de ésta. Para quien quiera visitarle. Merece la pena. Y quizá lo vean a él en su obra. Que es de Arte. Del que nunca pretendió esconderse pero tampoco "comercializarse").
Y aunque sea a toro pasado: Te amo, Anje! Gracias por los momentos compartidos y por allá desde donde quiera que estés, cumplir tu promesa de ayudarme. En adelante. Promesa hecha entre cuatro paredes y un patio a la rasante. Entre copas y humo y agua por mi parte. Sonriendo. Oyendo las voces amigas de fondo y el canto a capela en la tarde, tarde que se hizo noche y luego mañana. El remedio. Un buen hombre. Un buen cumpleaños que siempre guardaré en mi recuerdo, el cual ya sólo se abre a lo bueno. Ahora aprehendo. Por las calles de Vegueta empedradas. Y por Triana. Yendo.
Mi más sincero pésame a todos los seres que lo quieren y lo quisieron.
Para todos ellos desde mi corazón, un sano y dulce beso.
Mi correo electrónico actual no es el del cartel. El teléfono sigue siendo el mismo. Escríbeme, por favor, por sms, Line o Telegram o al correo: ananda.anagarcia@gmx.es Gracias.