En el día de hoy, Día de la Inmaculada Concepción, me pareció oportuno poner aquí la dedicatoria y letra de una maravillosa canción a guitarra de la hermana Glenda, a la que agradezco tanto su obra como su existencia.
Para la Santa Madre de Dios, también nuestra:
Dice Glenda: "Quiero cantar contigo, hija de Sión, el cántico que tú cantaste en nombre nuestro. Mª, nueva Jerusalén, las grandes obras, los grandes cambios que hace Dios en el corazón del hombre, en el corazón de la sociedad".
Proclama mi alma
se alegra mi espíritu
en Dios mi Salvador
porque ha mirado
la humillación de su sierva,
porque ha mirado
mi pequeñez.
Las generaciones
me felicitarán
porque el poderoso
ha hecho grandes por mí,
su nombre es santo
y su misericordia
llega a sus fieles
de generación en generación.
Proclama mi alma.
Proclama mi alma.
Él hace proezas,
con su brazo destroza
a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos
los despide vacíos.
Proclama mi alma.
Proclama mi alma.
Auxilia a Israel, su siervo
acordándose de la misericordia
como había prometido
a nuestros padres
en favor de Abraham
y su descendencia por siempre.
Proclama mi alma.
Proclama mi alma.